miércoles, 9 de mayo de 2007

DE TELENOVELA

- Carlos Eduardo, ¡¡Cásate conmigo!!
- Pero ¿Qué estás disiéndome Catalina? Yo sólo tengo una vida por vivir y debo aprovecharla al máximo.
- ¿Tú sólo tienes una vida por vivir? ¿Y cuántas vidas por vivir crees que tengo yo? ¡¡UNA!! ¡¡UNA SOLA VIDA POR VIVIR!!
- ¿¿Tu sólo tienes una vida por vivir?? ¿¿Igual q yo?? Entonses casémonos Catalina!!
- Lo haría gustosa Carlos Eduardo, me casaría contigo si tuviera más de una vida por vivir, pero la realidad es que sólo tengo una vida por vivir ¡¡Lo nuestro no podrá ser jamás!!


Después de esta rayada de la autora... Lanzo una cuestión que sé que no sólo me inquieta a mí y es la siguiente: ¿Por qué las telenovelas son tan estúpidas? (No, no es porque las hagan sudamericanos, no me seáis racistas). ¿Por qué sieeeempre se pasan los capítulos separando a los protagonistas para juntarlos en el último episodio, corriendo y deprisa? Porque vale, todo el mundo sabe que al final se casarán. Que esa es otra ¿Por qué tienen que casarse? ¡¡Que sean novios!! Claro que con los capítulos que llevan para poder estar juntos no me extraña que quieran formalizar lo suyo con todas las de la ley (y de la iglesia, en las telenovelas no hay ateos).
Como decía, sabemos que se "unirán en santo matrimonio" al final, pero yo pediría al menos que los junten unos episodios antes para que veamos qué tal les va la vida de casados. Si es que fijo que se casan en el primer capítulo y en el último ya se habrían separado y tendríamos telenovela igualmente... Claro, claro, porque después vendrían las disputas por la custodia de los niños, la pensión alimenticia, por ver quién se queda el coche, la casa de Cancún, etc.
Otra cosa que me indigna muchísimo de las telenovelas es que acaben un capítulo y te dejen con la miel (por no decir otra cosa) en los labios para empezar el siguiente y que todo fuese una falsa alarma. Y me explicaré poniendo un ejemplo de uno de los capítulos que vi de "Floricienta" (aparte de la justificación evidente que supone tener que ver algún capítulo de telenovela para escribir esto, diré que la ponían antes de "Bola de Dragón" y esos sí que no me los pierdo nunca).
Bien, pues el ejemplo es el siguiente: están la mala malísima y su madre en la habitación diciendo que el embarazo (de la mala) es todo mentira, que lo ha hecho para obligar al prota a casarse (porque claro, es su deber casarse con la mala si va a tener un hijo suyo) y blablabla y llega el protagonista y las sorprende. Fin del capítulo. Y al día siguiente descubrimos que el prota debe ser medio sordo porque no ha escuchado NADA. ¡¡Eso a mí me indigna!! ¡¡Si espero al capítulo siguiente y lo veo es para que le den dos yoyas a la mala y la manden al carajo!!
Tampoco soporto en las telenovelas los embarazos fingidos (y siempre hay alguno). Porque a ver, hay que ser gilipollas para no darse cuenta de que un embarazo es ficticio... Más que nada porque bueno, puedo hasta creerme que cuando la mala emborracha al pobre hombre, éste se despierte al día siguiente sin saber qué narices hizo la noche anterior (y que ni siquiera se acuerde del supuesto polvo), pero es que para eso existen las pruebas de embarazo, los tests de paternidad en caso de que el embarazo fuese cierto (porque a veces son de verdad pero mienten sobre el padre ¿sabéis?). Desde luego esta gente no leen las revistas del corazón porque a los famosillos no se la dan con queso... Y es que, además, hay que ser más gilipollas aún para tragarse después de la boda (entre la mala y el protagonista, claro) aquello de "es que tuve un accidente y perdí al niño".
¿¿PERO ESTE TÍO NO VE TELENOVELAS O QUÉ??





Las palabras fueron avispas
y las calles como dunas,
cuando aun te espero llegar.

En un ataúd guardo tu tacto y una corona
con tu pelo enmarañado,
queriendo encontrar un arcoiris infinito.

Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan,
la catedral que es tu cuerpo.

Eres verano y mil tormentas
y yo el león que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar del mismo color.

No sé distinguir entre besos y raíces,
no sé distinguir lo complicado de lo simple.
Y ahora estás en mi listade promesas a olvidar.
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

El fuego que es a veces propio,
la ceniza siempre ajena.
Blanca esperma resbalando por la espina dorsal.

Ya somos más viejos y sinceros y que más da
si miramos la "laguna",como llaman a la eternidad
de la ausencia.

No sé distinguir entre besos y raíces,
no sé distinguir lo complicado de lo simple.
Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar.
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

No sé distinguir entre besos y raíces,
no sé distinguir lo complicado de lo simple.
Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar.
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

LA CHISPA ADECUADA - HÉROES DEL SILENCIO

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