jueves, 1 de noviembre de 2007

COMO NINGUNO ENTRE TANTOS QUE TRANSITAN

Veo a la gente pasar, pero ya no espero que aparezcas. Con el paso de los días tus ojos se asoman para recordarme que aún existes. Lejano, mas no doloroso, tranquila y sencillamente existes. No me subestimes, estás, pero no dueles. Vives, pero no te siento tan cerca como antes. Aún así me gusta ver tus apariciones. Las cuento, las saludo, las siento levemente... Pasan rápidos los minutos que permaneces cerca de mí y veo con indiferente alegría lo bien que nos va, lo bien que lo hacemos.
Largas noches escuché tu voz riendo y es la mejor música que existe. El sonido y el silencio se combinan en mi habitación con los recuerdos que vagan melancólicos por las paredes sintiéndose solos, como nosotros.
No voy a decirte que te olvidaré, no prometo lo que no voy a cumplir. No porque no pueda, simplemente porque no quiero. Me gusta sentirte cerca de vez en cuando porque nuestros espíritus se entienden, no puedes fingir que no es así.
Por momentos quisiera que te parases frente a mí y me mirases a los ojos. Pero cuidado, es sólo por momentos, con eso basta.
Detente, observa y sigue sonriendo.
Con eso basta.




¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tu creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor...
Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz.
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.
Me corto el pelo una y otra vez,
me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

INSURRECIÓN - EL ÚLTIMO DE LA FILA