lunes, 23 de abril de 2007

SIEMPRE LA MISMA PÁGINA

Lo veo cuando utilizo el autobús para ir a trabajar. Siempre va sentado, así que quizá vive cerca de una de las primeras paradas de la línea C2. Casi no se le ve el rostro porque tiene la cabeza agachada con la vista fija en un libro. Aún no he conseguido averiguar cuál es el título pero me he dado cuenta de que siempre lo tiene abierto por la misma página. Lo sostiene con ambas manos y sus ojos verdes se posan invariablemente en una de las últimas líneas. De vez en cuando levanta la cabeza para mirar por dónde vamos pero enseguida vuelve a su lectura, al parecer ajeno a todo lo que le rodea. Imagino dónde se bajará, ya que permanece sentado cuando yo abandono el autobús. Si irá al trabajo, si estudiará cerca, si será de aquí...
Ayer me sorprendió mirándole. No pude apartar la vista, no me lo esperaba. Esbozó una media sonrisa y pasó una página del libro sin dejar de mirarme. Al ver mi cara de sorpresa, sonrió abiertamente y volvió a su lectura. Pienso que quizá espera que alguien se siente a su lado y le pregunte su nombre o su destino, o el título del libro que lee. Quizá aguarde a una chica como yo, que sienta curiosidad y se atreva a hablarle, a mirarle o a sonreírle.
Hoy me he mirado al espejo antes de salir de casa y he caminado con paso ligero hasta la parada del autobús. He esperado impaciente su llegada mientras imaginaba lo que sucedería: entraría y me sentaría a su lado. Él me miraría y me diría: "te estaba esperando". Y yo, por fin, podría preguntarle su nombre. Se me ha acelerado el pulso cuando he visto al autobús dirigirse hacia mi parada. Muy nerviosa, he caminado a través de las filas de asientos buscándolo con la mirada pero él no estaba allí y he visto mi decepción reflejada en el cristal de la ventanilla.
Esta mañana nadie leía un libro en el C2.
A partir de ahora iré al trabajo caminando. 



Ya no me pinto mi sonrisa nueva para recibirte,
ya no me muero por besar tus labios ni quemar tu piel,
ya no me rompo la esperanza a golpes contra tu inconciencia,
murió mi paciencia, ya no estoy despierta
y no me quedan ganas para verte más.
Ya no recuerdo qué me hizo un día quedarme a tu lado,
por más que quiera no recuerdo qué pude encontrar en tí.
He estado ciega demasiado tiempo
y ahora estoy cansada de seguirte el juego.
Cuando nazca el alba estaré muy lejos, muy lejos de tí.

No te puedo creer, ya ni quiero creerte,
te olvidaste de mí, me tenías enfrente.
Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte.
Ya no temo tu voz, tú... Tú me has hecho más fuerte.

He malgastado junto a ti ilusiones de una nueva vida
sin darme cuenta de que para ti he sido un capricho más.
Me sedujiste con falsas promesas y con fantasías de pasión eterna,
todo eran mentiras que ni tu creías pero yo creí.
Ya no despierto empapada en lágrimas cada mañana,
me siento fuerte para dibujarme un nuevo amanecer.
Ya no estoy rota de dolor y rabia y al mirar tu cara ya no siento nada.
Ya no soy la tonta que te perdonaba una y otra vez.

No te puedo creer, ya ni quiero creerte,
te olvidaste de mí, me tenías enfrente.
Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte.
Ya no temo tu voz, tú... Tú me has hecho más fuerte.

Ya no me afecta tu dolor, tu falsa excusa de mal perdedor.
No me conmueves, no me hieres.
Ya no me aplastan a tu corazón, muerto y corrupto de tanto rencor.
No dejas nada entre tú y yo, todo acabó…

No te puedo creer, ya ni quiero creerte,
te olvidaste de mí, me tenías enfrente.
Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte.
Ya no temo tu voz, tú... Tú me has hecho más fuerte.


NO VOY A CAMBIAR - MALÚ