lunes, 9 de junio de 2008

UN FUTURO

07.09.06

Septiembre, aproximadamente las 8.30.
Una figura se recortaba contra el cielo turbio de la mañana, mientras el sol despuntaba tímidamente entre las nubes. En unas horas, luciría con toda su fuerza y esplendor como en los pasados días de verano. Sólo que ya no era verano, se había escurrido entre sus manos como la arena de un reloj y era hora de que los niños empezaran de nuevo el curso y de volver todo el mundo a sus obligaciones, guardando los pantalones cortos, las camisetas de tirantes y las sandalias hasta el próximo estío.
Caminaba por el solar, entre matorrales de secano que nunca conocerían los cuidados y las manos mimosas de un jardinero y los restos de chatarra metálica de las fábricas vecinas. El viento helado de la mañana le cortaba el rostro, pero no el ímpetu. Un año más, volvía a empezar todo de nuevo.
Pensó en dónde estaba ella hace un año exactamente. El mismo solar, la misma hora, el mismo viento helado, pero esta vez con un agujero negro en el alma. Su amor se había acabado, hundiéndola en la tristeza. Y entonces sonrió. Miró en su corazón y le vio. Él estaba allí, con ella, en su corazón y en su vida. Podía llamarle y sabía que él encontraría un hueco para estar con ella. Porque él era diferente, él no la abandonaría. Gracias a él no se sentía sola porque ya no lo estaba. Gracias a él, no caminaba perdida en la oscuridad porque él encendía todas las luces de su alma con una sonrisa. Gracias a él ya no le dolía el corazón porque él había mirado más allá de sus ojos castaños y había sabido calmar su dolor. Gracias a él había vuelto a creer en la vida y en el destino.
Tomó aliento una vez más. El aire era helado pero daba igual, su corazón ardía y era suficiente. Cruzó la carretera y avanzó pisando el desgastado asfalto, corriendo con alegría hacia la puerta. Le guiñó un ojo cómplice a su imagen reflejada en el cristal, empujó con fuerza, sonrió y susurró mientras subía las escaleras: “Hemos vuelto a empezar, un año más…”






Te extraño más que nunca y no sé qué hacer,
despierto y te recuerdo al amanecer.
Me espera otro día por vivir sin ti,
el espejo no miente:
me veo tan diferente,
me haces falta tú.

La gente pasa y pasa siempre tan igual,
el ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,
sí que era diferente cuando estabas tú.

No hay nada mas difícil que vivir sin ti,
sufriendo en la espera de verte llegar,
el frío de mi cuerpo pregunta por ti
y no sé dónde estás...
Si no te hubieras ido sería tan feliz...

No hay nada mas difícil que vivir sin ti,
sufriendo en la espera de verte llegar,
el frío de mi cuerpo pregunta por ti
y no sé dónde estás...
Si no te hubieras ido sería tan feliz...

La gente pasa y pasa siempre tan igual,
el ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,
sí que era diferente cuando estabas tú.

No hay nada mas difícil que vivir sin ti,
sufriendo en la espera de verte llegar,
el frío de mi cuerpo pregunta por ti
y no sé dónde estás...
si no te hubieras ido sería tan feliz...

No hay nada mas difícil que vivir sin ti,
sufriendo en la espera de verte llegar,
el frío de mi cuerpo pregunta por ti
y no sé dónde estás...
Si no te hubieras ido sería tan feliz...

MANÁ - SI NO TE HUBIERAS IDO.